Consultado acerca de los embarazos no deseados y los métodos anticonceptivos de los que disponen los hospitales y centros de salud de la provincia, el ginecólogo y obstetra, Ricardo Cuevas hizo hincapié en la importancia de abordar la temática desde las escuelas a través de la educación sexual.
“Por ahí parece mentira que sucedan estas cosas porque hay una ley de salud reproductiva que Jujuy la tiene desde hace muchísimos años, inclusive anterior a la ley nacional y en los últimos años, por suerte nosotros disponemos de todos los anticonceptivos a nivel de los hospitales” sostuvo y agregó que “lo único que tiene que hacer la mujer es ir a los centros de salud y allí se le va a informar cuales son los anticonceptivos que ella podría usar”.
En ese sentido, explicó que lo que abundan son los métodos anticonceptivos pero que hay un gran faltante en lo que respecta a la educación sexual a nivel escolar. “Esto habría que empezarlo en la escuela primaria, continuarla en la secundaria y así sucesivamente porque lo que hay que despertar en los jóvenes fundamentalmente es el sentido de la responsabilidad”, aseveró.
Afirmó, además, que cuando uno es responsable se cuida tanto de no tener un embarazo no deseado como de no tener una enfermedad de transmisión sexual.
Sobre el aborto no punible
Al referirse al aborto no punible, dijo que el mismo figura en el Código Penal de nuestro país desde el año 1923 pero que siempre hubo cierta confusión respecto de quienes podrían acceder a un procedimiento médico de este tipo.
“Por una redacción no muy feliz, quedo y se interpreto como que era para la violación de las idiotas, dementes o aquellas mujeres que corrían un grave riesgo en su vida al estar embarazada”, precisó el médico.
A continuación dijo: “Lo único que ha hecho la corte suprema de justicia es salir a aclarar esto y a decir que el aborto no punible es a cualquier mujer que haya sido violada y por su puesto aquella cuya vida corra serio riesgo frente a un embarazo”.
Finalmente, hizo alusión a la obligación que tiene el médico de atender a una mujer que dice haber sido violada, que tiene un embarazo como consecuencia de ello y que quiere abortar contando para ello con una declaración jurada. En caso de que la mujer mienta, el problema no será del médico sino del paciente y la justicia actuará en consecuencia.
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